miércoles, 1 de abril de 2009

Los olvidados






Cuando, en 1982, Gabriel García Márquez ganó el Premio Nobel de Literatura, leyó este discurso ante los miembros del jurado de la Academia Sueca, que se encarga de otorgar el disputado, y sobrevalorado, galardón. En él, como verán los que se tomen el tiempo de leerlo, García Márquez hace gala de dos características suyas: el talento, indudable, para escribir y la memoria selectiva.
Al describir el horror y la “demencia” de los gobiernos represivos latinoamericanos, el laureado colombiano hace referencia al régimen de Pinochet y a las tragedias de Centroamérica, mencionando cifras espectaculares que, seguramente, dejaron a los académicos bastante impresionados y honrados de saber, gracias a las palabras de Márquez, la realidad de nuestras naciones. La incompleta realidad.
La Cuba de Castro, por aquellos años inflada de dinero soviético, no aparece en la lista de la tragedia. La nación formada por los exiliados de América Latina, nos dice Márquez, tendría una población más numerosa que Noruega, pero, ¿esto incluye a los dos millones de cubanos que, por razones políticas e ideológicas, han huido de la isla, viviendo en México, España y, principalmente, en Miami? Los cubanos han sido excluidos, también, de la lista de los torturados y los encarcelados, aún cuando no es necesario tener la erudición y la cultura del desmemoriado García Márquez para saber que los presos políticos, aquellos que son privados de su libertad tan solo por pensar distinto al Líder Máximo, existen en esa isla parada en el tiempo, en esa burbuja de la realidad en la que se ha convertido la que, alguna vez, fuera una nación próspera y más rica que muchas de la región, incluida la nuestra.
Esta memoria selectiva no es única de García Márquez. Muchos otros escritores e intelectuales han dividido su inteligencia en dos mitades: una que busca la verdad y la objetividad a pesar de todo y la otra que olvida y que niega los hechos, a pesar de que estos se le presenten con la forma de personas reales, de carne y hueso, sufriendo la falta de libertades básicas y las carencias propias de la pobreza.
Yo creo que, más temprano que tarde, llegará el día en que los olvidados reclamen su derecho a estar incluidos en un discurso de tal calidad, al menos literaria.







2 comentarios:

Olehonga dijo...

¿Acaso no se les recuerda a los olvidados al momento en que son mencionados? Como ahorita...no estamos ninguneando a los olvidados, los estamos rescatando, los olvidados no se te(nos) olvidan mi Al'ex . NO se crea, esta chido

asmajiv dijo...

Ciertamente, los cubanos son los oprimidos mas olvidados del mundo, tanto por intelectuales como García Márquez como por supuestos luchadores sociales. El mundo se horroriza con las dictaduras liberales, pero es curioso que a las dictaduras socialistas no las toquen ni con el pétalo de una rosa. Los cubanos y los norcoreanos son la última eminencia de la guerra fría, y el mundo tan campante solo recordando a los gorilas de "derecha"