viernes, 30 de julio de 2010

México vs México


México funciona a pesar de México.


Los mexicanos funcionamos a pesar de los mexicanos. A pesar de nosotros mismos y de nuestros vicios, nuestras discapacidades como pueblo, a pesar de nuestra renuencia a mejorar, a protestar como se debe, a enojarnos con justicia y a no quedarnos en el sillón, mirando la televisión y sus noticias, que últimamente se gastan en puras notas rojas.


México funciona a pesar de México. A pesar de su pasado. A pesar de sus páginas de Historia, una historia de villanos que vencen, una Historia de sangre. Lo que vemos actualmente, ya lo hemos visto, una y otra vez, en asesinatos políticos desde que México es México. Es mentira que la violencia, así, nunca se haya visto. Ya habíamos probado, desde mucho tiempo atrás, los métodos de nuestro tiempo.


México funciona a pesar de México. A pesar de su presente que es un cuarto cerrado, una casa aislada, perdida en un desierto que esta perdido entre montañas de una belleza terrible, temible. En esa casa habitan dos hombres que son enemigos y que se buscan, desde hace siglos, ya desde hace siglos, incansablemente. Ahora, al parecer, se han encontrado y no encuentran el modo de matarse de una buena vez o perdonarse. No saben que hacer.


Los mexicanos funcionamos a pesar de los mexicanos. A pesar del humor que, de tan ácido, de tan negro, termina volviéndose una masa que, primero, no nos permite hablar. No podemos despegar los labios. Después, la espesa sustancia de nuestra risa sube a nuestro cerebro. A nuestras manos. Nuestros pies. Somos, entonces, una estatua que no significa nada. En la placa, dice: “Erase una vez…”


Este país funciona a pesar de este país. A pesar del ejército de burócratas que todo lo vuelven lento, ineficaz, que todo lo hacen sin ganas. A pesar del otro ejército, bastante más “eficiente”, desgraciadamente: el de las R 15, las AK 47, las granadas, el de los siniestros videos en donde un hombre muere a manos de otros hombres que, aunque se mueven y hablan y ríen, ya están muertos. México funciona a pesar de los partidos políticos de todos los colores, en donde se reúnen un grupo de cobardes, mentirosos y estúpidos seres humanos que lucran, que se llenan los bolsillos, que se dan la gran vida dejando que todo siga igual, dejando que este país caiga, que este país se hunda y con él todos nosotros. Dejando que yo me hunda, que los que leen esto se hundan, mientras ellos ganan, mientras ellos siguen adelante.


Este país funciona, crea, ríe en ocasiones, a pesar de su misma tristeza, a pesar de su amargura.

domingo, 25 de julio de 2010

El primer poema de este blog ¡¡¡

Cuando inicié este blog no sabía muy bien qué cosa iba a publicar, aunque creía que podría ser una combinación entre política y literatura junto a poemas míos y anécdotas de las cosas que me pasan todos los días. Sin embargo, los temas de literatura han quedado relegados a un penoso segundo lugar, mientras que los poemas y las vivencias diarias han brillado por su ausencia. Esto último se debe, a lo mejor, al hecho de que “las cosas que me pasan todos los días” pueden ser o muy aburridas y poco dignas de contarse o, quizá, demasiado inmorales o vergonzosas como para que me anime a escribirlas y publicarlas así sin más. El tema casi único ha sido la política, rama de la sociedad que da para innumerables, y en su mayoría inútiles, debates e interpretaciones: un auténtico rompecabezas.

Dicho lo anterior, he aquí el primer poema del blog ¡¡¡


ORACION DE UN AGNOSTICO

I

Este poema no tiene destino.

Podría, es cierto, llegar a tu lejanía,

al horizonte místico donde, quizá, te ocultas,

te dejas ver apenas, miras tu juego y mueves la pieza

para después volverte sombra.

Pero la realidad es un albur

y mis errantes palabras bien pueden hundirse

en el mar impasible de la nada

como un mensaje dentro de una botella

que se comerán las olas.

Pero la incertidumbre, esa trampa de la muerte,

ya se ha habituado a nosotros y nosotros a ella:

es el signo de nuestro tiempo.

Escribo estas palabras vagabundas,

ciegas kamikazes,

porque mi mano se ha extendido

y no solamente ha golpeado al aire,

porque mis tres ojos han escarbado en la sombra

y algo han percibido, fugazmente,

algo como un ágil fantasma o un relámpago.

Entonces, mi corazón, igual a una tumba que florece

ha dado un brinco y ha pedido la palabra.

II

Ahí están las palabras, desoladas

como los restos de un naufragio;

ahí están los días y están las noches

y el puente, fugaz e invisible, que los une separándolos;

ahí están los libros y están los años,

el primer llanto y el peso de la tierra que nos sepulta:

todo aquí, en esta búsqueda que no sabe que busca,

en esta escalera hacia el abismo.

Todo está aquí, ahora.

Todo está en el vacío insalvable

que existe entre los creyentes, arrodillados, y el altar

y la cruz tan ajena donde un hombre nos regala su sangre

y nos invita a lamer las heridas y a amar a los clavos

y en donde los rezos son como un salto mortal,

como una ruleta rusa.

Todo está en las manos de un viejo árabe

que tocan la tierra como si abrazaran a la eternidad

o en las de un hombre ya muy remoto, mas sin embargo cercano,

que sostiene el corazón sangrante del sacrificio

como si fuera la primera de las estrellas.

Y todo está en mi cerebro que es como un murciélago

y en las tropas invasoras del tiempo

que me fusilan, a la hora pactada, cada noche, cada mañana.

Todo está en el febril rumor de las hormigas y de los hombres,

en los perros que libran su batalla con la noche.

Ese es el rincón que no hemos visto,

porque de verlo nos sacaríamos los ojos

y es la voz terrible que nunca habremos de escuchar

y de la que solo nos llega el eco.

III

Dios,

mar muerto, mas sin olas ni palabras,

abismo metafísico donde resuenan

plegarias tan antiguas que ya no significan nada,

¿Dónde estoy en tu plan de vida y muerte?

¿Cuándo me toca el turno de mover la pieza

en tu juego de ira y de rencor, de fuego y renacimiento?

Sabio vacío, cadáver cósmico,

mis pensamientos, mi sangre, quieren asirte

mas solo encuentro espinas, como signos de interrogación,

solo un valle de tumbas y elegías.

viernes, 23 de julio de 2010

Elmer Mendoza en El País



El escritor mexicano, de origen sinaloense, Elmer Mendoza, a quien no he leído aún pero quiero leerlo (aún), concede una entrevista al diario El País, de España. En dicha entrevista, el tema principal es el narco. El panorama que nos pinta el señor Mendoza me hace pensar que estamos, todos los mexicanos, viendo una repetición a escala de la historia de Robbin Hood, en donde una banda, o muchas bandas, de sujetos al margen de la ley hacen cosas que están mal pero que, como no son tan malas como las que hace el Rey, pues se comprenden y se justifican. Dice el señor Mendoza que “el Gobierno politizó el fenómeno del narcotráfico”. Bueno, claro, todos sabemos que antes de Calderón el narco no tenía nadita que ver con la política y, que va, ningún político era influenciado por los intereses de los narcos, pero claro que no.
Pablo Ordaz, el entrevistador, iba con la idea de que los narcos son criminales, pero de pronto Elmer Mendoza lo corrige de su incorregibles error. Ordaz pregunta que como percibe la gente en Sinaloa el acoso de los capos, y Mendoza responde, como si fuera algo obvio, que “el acoso que percibe la gente es el de los militares. El Ejército significa violaciones, significa asesinatos. En mi tierra empezó la guerra el día que los militares mataron a una familia completa”. Después de esta revelación, Ordaz habrá sacado en conclusión que los grupos criminales se dedican más bien a las obras caritativas y que son más parecidos a los Rotarios o a Caritas que ha las mafias italianas y esas cosas.
Ordaz ya no sabe de que tema está hablando y piensa haberse equivocado de entrevistado, pero, aún así, le comenta a Mendoza que el gobierno actual (y no solo el gobierno, sino un buen número de conocedores del tema) ha dicho que, de no haber comenzado esta ofensiva, el narco habría elegido al próximo Presidente, a lo cual Mendoza responde con otra revelación, utilizando de nuevo su tono de “es obvio que no sabes un carajo del tema”: “ Es una postura equivocada. Hay rumores de que el narco siempre ha tenido que ver con la elección del presidente. Que hace mucho que está poniendo presidentes”. Si hay “rumores”, no pruebas, entonces podremos concluir que el comentario de Mendoza es un rumor derivado de otros rumores, es decir, un doble rumor, o bien, una paparruchada.
Con todo, aún lo quiero leer. Dicen, hay rumores, de que sus novelas sí son buenas.

lunes, 19 de julio de 2010

De aquí a seis años



Tardíamente, escribo sobre el triunfo del PRI a la gubernatura de Chihuahua. Debo reconocer, para comenzar, que me ha sorprendido bastante la ventaja que Cesar Duarte le ha sacado a su principal rival, Carlos Borruel: pensé, equivocadamente, que, dadas las circunstancias actuales de nuestro Estado, la mayoría de la gente saldría a votar. No pensé que el principal protagonista de estas recientes elecciones fuera la apatía, el desánimo, la actitud de “me vale madres quien gane porque todos son igualitos” y esas cosas. Pensé, o tenía la esperanza, de que la mayoría saldría a votar debido, precisamente, a la crisis de seguridad y económica que estamos viviendo, que estamos padeciendo. No fue así y terminó votando, promedio, un 35 por ciento del padrón, con la excepción de algunos y contados municipios (curiosamente, en los de la Sierra Tarahumara hubo buena votación, proporcionalmente, claro). Conecto las dos cosas (el triunfo del PRI y la bajísima votación) porque yo no quería que ganara Duarte y se sabe, por historia, que al PRI nunca se le ha ganado con bajas votaciones. En esos casos, su histórico “voto duro” lo impulsa y le da el triunfo. Una votación baja, pues, siempre es buena noticia para el PRI.
No creo que Cesar Duarte sea una mala persona y me parece que ganó el que hizo una mejor campaña o al menos el que hizo más campaña. Además de hacer la campaña necesaria, el PRI sacó partido de los errores del PAN. Por ejemplo: a nivel municipal, al menos en Cuauhtémoc y en Chihuahua, el PAN se equivoca garrafalmente, al menos a mi me parece, en la elección de sus candidatos a alcaldes: en Chihuahua, Toño Valdez, que ya desde el nombre pierde puntos, no? En Cuauhtémoc estaba Gustavo Prieto, un sujeto más o menos conocido por estos rumbos pero que realizó una campaña bastante curiosa: básicamente, su campaña fue no hacer campaña. Actualmente, resido en Cuauhtémoc y nunca escuché una sola entrevista de Prieto o algún spot televisivo o, ni siquiera, un mitin en la plaza o en cualquier otra parte. Simplemente, no hubo campaña, ergo, ganó el PRI, con una ventaja histórica a nivel municipal, por cierto.
Ganó el que hizo mejor campaña, no necesariamente el mejor. Es una lastima que el abstencionismo haya sido tan elevado porque, sencillamente, era bien importante quien ganara: si no sucede algo, si no hay un gobierno estatal verdaderamente comprometido con acabar con la delincuencia y con hacerse cada vez más eficiente y transparente, Chihuahua va a terminar muy mal. Es una lastima, pues, que haya ganado Cesar Duarte, porque, al menos a mi, nada me indica que Duarte vaya a hacer las cosas de modo distinto a como las ha hecho Reyes Baeza. Es la misma gente, por tanto es más de lo mismo: todo lo que pasa es culpa del gobierno federal y, por tanto, yo no puedo hacer nada y solo me entretengo pidiendo cada vez mayores recursos.
Yo creo que todos esperamos que Cesar Duarte trabaje bien y que tenga buenos resultados, todos queremos que le vaya bien porque, sencillamente, todos estamos en el mismo barco. Nadie, por más poder que tenga, está a salvo hoy en día. Pero, sinceramente, soy bastante pesimista en cuanto a los resultados que Duarte pueda entregar.
Espero estar bien equivocado y que la realidad me contradiga.