miércoles, 31 de marzo de 2010

Post nostálgico

La memoria es, siempre, triste. Aunque recordemos cosas alegres, o que en su momento (cuando fueron presente) nos causaron alegría, esos recuerdos son vestigios, siempre: son el triste castillo abandonado de los días pasados.
No tengo el poema a la mano y no recuerdo el nombre, pero Jaime Sabines lo dice en algún lado: pareciera que nacemos y vivimos y actuamos (con todo lo que esto implica) tan solo para la memoria, tan solo para la nostalgia. Cuando recuerdo un buen día, una buena conversación, un buen momento: una noche de cervezas y platicas en igual abundancia; una mujer determinada a mi lado, desnuda, sobre mi cama y bajo mis manos; la impresión de un poema o el momento en el que conocí a alguien que quiero mucho (sucesos muy parecidos, estos dos), cuando recuerdo estas cosas, que sin duda fueron felices, la memoria siempre se tiñe de la certeza, la amarga certeza, de que nunca podré volver a ese lugar, a ese momento. Esa es la condición humana: perderlo todo, de modo inevitable. A pesar de la memoria.

5 comentarios:

Olehonga dijo...

cheka el link y fijate el coro jejeje va con lo que dices, creo; http://www.youtube.com/watch?v=mAvCaW7kU3g ah seee el grupo se llama Le punk y está genial [esto último es propaganda XD]

Javeeh dijo...

y que me dices de las huellas que se dejan cuando vas en el camino?

Alexandro dijo...

Eva, no pude ver el link ¡¡¡ quiza es cuestíón de la maquina, pero dice algo del navegador. Lo veré en otra maquina y os daré mi opinión.

Pero no podemos ser muy conscientes de esas huellas que vamos dejando, Javeeh. Además, ¿cuantos años tienen que pasar para que sean corrompidas o, de plano, se borren? Depende de en qué consistan esas huellas, pero tarde o temprano, a todas las borra el mar. Jejeje, pero que poéticos, por dios ¡¡¡

Olehonga dijo...

somos huellas en las arenas del desierto, que cambian de lugar para desaparecer posteriormente, maleables por le aire de lo efímero.
Neta que sí que poétiquirijillos

Alexandro dijo...

Le cambio de nombre al blog: el Blog del Suspiro. O al menos, de los suspirantes.