viernes, 29 de mayo de 2009

Presuntos implicados


Jorge Fernández Menéndez, colaborador en Excélsior, ha publicado esta columna que, en mi opinión, es muy atinada, acerca de la reciente detención de una importante cantidad de funcionarios públicos del estado de Michoacán, acusados de proteger los intereses del narco, entre los que se cuentan a diez presidentes municipales y a gente muy cercana al Gobernador de aquél Estado, o al menos a quien dice gobernar a Michoacán: Leonel Godoy.
Este operativo federal ha resultado ser una bomba que el dizque Gobernador no sabe desactivar. La detención de estas personas ha sido resultado de una investigación de, al parecer, seis meses, y no hay duda alguna de su complicidad con el crimen organizado. Además de los diez presidentes municipales, también detuvieron a quien era la Secretaria de Seguridad Pública de Estado, casada, además, con un buen hombre relacionado hasta la médula con La Familia, el cártel que manda por esas tierras; detuvieron al coordinador de asesores de Godoy; detuvieron al director del Instituto Estatal de Formación Policial, etcétera. Es decir, se les habían metido hasta la cocina (como sucede, lógicamente, en muchos otros Estados).
El problema ha sido la reacción del Gobernador Godoy y de su partido, el PRD. A pesar de que, de los diez presidentes municipales, solo dos eran perredistas (seis eran priistas y el resto del PAN) han dicho que se trata de un ataque en contra de su partido, de una “guerra sucia”, de una batalla electoral. El Gobernador se ha mostrado sumamente sensible y angustiado por la manera en la cual la federación ha “invadido” la soberanía michoacana y se ha declarado ofendido por la irrupción de fuerzas federales en Palacio. Lo más reciente es la noticia de que PRI y PRD están pensando unirse en Michoacán para protestar “en contra” del operativo.
Esto me hace pensar en la bajísima calidad de nuestros políticos: sencillamente, no conocen el significado de la palabra “patriotismo”. Para ellos, los intereses de su Partido han sido, son y serán siempre lo primero: si algo está bien y es justo pero afecta a mi Partido y, principalmente, a mi poder en las urnas, está mal y lo atacaré irracionalmente. Godoy ha exigido a la federación una “disculpa pública” por el operativo, pero, ¿no tendría que ser él quien se disculpara con la sociedad, con la gente de Michoacán y con las victimas de narcotráfico? ¿Acaso él mismo no sabía que estaba rodeado de lobos? ¿o él mismo es un lobo? Es estúpido que incluso la Comisión Nacional de los Derechos Humanos haya declarado que, por cuestión de “cortesía política”, se le debía de haber comunicado al gobierno estatal acerca del operativo, cuando el gobierno estatal está completamente infiltrado por el narcotráfico. Si lo hubieran hecho, no hubieran detenido a nadie, de seguro.
¿Hasta dónde ha calado el narcotráfico en nuestro país? ¿Hasta dónde podemos confiar en que somos gobernados por aquellos a los cuales designamos y no por los cárteles de la droga? Ciertamente, los michoacanos no pueden responder con seguridad, pero el resto de los mexicanos también debemos estar un tanto alarmados: el narcotráfico se ha infiltrado en nuestro país hasta tocarnos directamente. Todo el mundo conoce a alguien implicado y nadie hace nada. Para ganar esa guerra, tendrá que haber una purga a nivel nacional.

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