martes, 23 de noviembre de 2010

Un laberinto


El principal obstáculo para vencer al crimen organizado, concepto tan complejo y extenso, es el hecho de que México, pareciera, no es un país lo suficientemente fuerte. Ojo: el Estado mexicano es fuerte, pero México no lo es, no lo suficiente. Un país no es lo que es su gobierno, sino lo que es su gente, su pueblo, su ciudadanía. Y la ciudadanía de México, en una buena parte, no es una ciudadanía fuerte, organizada y combativa. De este modo, es terriblemente fácil que los narcotraficantes, los asaltantes y los extorsionadores (que no son lo mismo, necesariamente) se vean protegidos y apoyados por el pueblo.

Al momento de lanzar esta ofensiva contra los cárteles de la droga, el gobierno federal, es decir Calderón y su gente más cercana, calcularon mal, cometieron errores al visualizar la situación del país y, sobre todo, la respuesta que tendría, ya en el terreno de guerra, el pueblo ante dicha ofensiva. México está inmerso en una cultura de la criminalidad y de la corrupción desde hace ya demasiado tiempo y prácticamente todos hemos crecido en esta cultura, o incultura, incluyendo, evidentemente, a aquellos que ejercen como policías o soldados. De este modo, al agitar el avispero lo que ocurre es que el país entra en crisis: el gobierno, al menos una parte del mismo, está atentando contra su “estilo de vida”, contra sus hábitos. Nadie, o muy pocos, apoyan realmente, en la práctica, al gobierno federal, que se queda solo.

Creo que lo que más nos preocupa a los que vivimos en este país es la terrible descomposición social que está ocurriendo, principalmente en algunas zonas muy localizables como en la ciudad en la que vivo. Eso es lo que sentimos, lo que vemos día a día: cada vez más policías federales, cada vez más soldados patrullando pero, contradictoriamente, cada vez más historias de sangre entre nuestra gente cercana, cada vez más balaceras por las noches, cada vez más parientes cuyos negocios están a punto de cerrar por las temidas extorsiones, cada vez más muertos sin explicar y más asesinos sin castigar. Cada día, cada noche, las calles más inseguras, las mismas calles que hace un año estaban llenas de gente, las mismas por las cuales solíamos caminar pacíficamente, ahora son calles amenazantes, peligrosas, que nos obligan a mirar sobre nuestros hombros, buscando en los rincones al posible asaltante que de pronto se convierte en homicida, viéndonos con recelo, con miedo, los unos a los otros. Los chihuahuenses, antes confiados, antes seguros entre los nuestros, ahora nos tenemos miedo y sentimos que, si tocamos el claxon, si miramos de modo “incorrecto” o simplemente si tenemos mala suerte, podemos morir.

Y lo que sucede es que México no está, en estos días, para tales sacudidas. Somos un país demasiado anacrónico en tantos sentidos, somos un país que batalla tanto para adaptarse, para entender una situación de peligro y cambiar lo que sea necesario con el objetivo de no salir tan mal librado. De ahí, a fin de cuentas, esta descomposición de nuestras ciudades, de nuestra gente, de nuestra juventud: estamos ante una crisis moral, ante un dilema ético, que nos rebasa como pueblo, como entidades cívicas. Creo, sinceramente, que no somos país para tanto: el crimen organizado, en cualquiera de sus variantes, tiene un objetivo en común, aún cuando luchen entre ellos: todos buscan lo mismo y están de acuerdo en ciertas cuestiones fundamentales. Nosotros, los de este lado, no estamos de acuerdo en nada, no escuchamos a nadie y no tenemos un fin común.

Visto de este modo, pareciera que nos encontramos (y esto se ve en cualquier debate sobre este tema) ante un laberinto demasiado intrincado. Frustrantemente oscuro.

1 comentario:

gabytty dijo...

no habia visto una opinion tan cercana a la mia. el tema es discutido en cada reunion, en cada fiesta, hasta en el super. los q estamos de este lado deberiamos de estar unidos, pero cada kien ve solo x los suyos y espera seguir teniendo suerte al dia siguiente, tenemos miedo hasta de la persona q esta al lado...i seguimos sin encontrarle una solucion :(