miércoles, 25 de agosto de 2010

¿Qué esta pasando?

Los periódicos nunca son muy alegres. Cuando las notas no son sangrientas o trágicas, son ridículas, vergonzosas o banales. ¿Qué le vamos a hacer si son un simple reflejo de eso que llamamos “la realidad”?

Pero de eso a leer de la muerte, de la ejecución, de 72 migrantes centro y sudamericanos, en Tamaulipas, ya es otra cosa. Eso es ya algo que, en verdad, te desanima. Te baja la sangre. O te la sube, depende. Es, casi, como para no leerlo. Casi, de no ser porque, ni modo, hay que saberlo. Hay que entenderlo. Asimilarlo.

Esta entrada es completamente innecesaria, desechable. No vale un centavo. No pienses, lector (a), que encontrarás aquí ideas, argumentos racionales, estadísticas reveladoras. No. No hay nada de eso. No quiero analizar la muerte de esas 72 personas. Solo puedo imaginar que fue lo que pensaron cada uno de ellos, de ellas, cuando iban a ser ejecutados, como si no valieran nada, por un grupo de hombres que hacían bromas, reían, se burlaban de ellos. Pensarían en sus familias, en la gente que los quería. Pensaban que no había forma de salvarse, que nadie los iba a ayudar. Pensaban, a la mejor, que había sido un error meterse en estos territorios sin ley. Sin ley.

Aquí solamente hay una pregunta, ¿Qué está pasando? ¿Qué carajos estamos haciendo nosotros?

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