viernes, 9 de marzo de 2012


Hay personas sin cuerpo
(yo las he visto,
pero no sé).
Andan por ahí,
o fingen andar por ahí.
En los camiones urbanos,
en un empleo que es como un error,
en una escuela de la nada.
Pero simulan.
Nos escuchan
(los he visto,
pero no sé:
recuerdo unos ojos felinos,
un perfil y un cuello luminosos,
un aburrimiento lúcido)
sin escuchar:
sus oídos en unos metales lejanos
de tan dentro;
sus ojos fijos en un objetivo
difuso y rebelde y maligno
como un bellísimo demonio.
Yo los envidio
y quisiera quitarme estos zapatos raídos y duros
pero me da flojera
y no lo hago.

3 comentarios:

Taun We dijo...

Yo tmb. los envidiaría pero hace años que no siento eso, quizá comprendí que todo tiene su lugar en la vida. Me veo tan anciana -de ochenta- que la vdd. no me queda tiempo para ese sentimiento (malo, siempre malo).

Tal vez voy directo a perder mi cuerpo, pero el alma, el alma esa no me la roba nadie...

Tremendamente hermosa entrada, tu que decías no tener nada que decir.


Taun

unpoetic Corpse dijo...

me suena a lo que bloom diría "ansiedad de influencia" de jaime sabines?? "Yo no lo sé de cierto, pero supongo", más o menos la misma mecánica, pero diferente tema...

Carmen Troncoso Baeza dijo...

Es un poco terrorífico, pero me gustan las imágenes poéticas que proyectas