domingo, 23 de mayo de 2010

Un secuestro



Es cosa de lógica, no? O, al menos, de mi lógica: si yo fuera secuestrador y quisiera que me dieran mucho dinero y, preferentemente, que no me descubran y me encarcelen o (estamos en México) me hagan pagar una fianza, ni en mi más loco sueño secuestraría a Diego Fernández de Cevallos. A menos de que, de plano, no hubiera leído en mi vida las noticias ni hubiera visto nunca el rostro de Cevallos en la televisión y no supiera que es uno de los políticos más importantes y respetados dentro del partido que gobierno a nivel federal y que esto significa que, de secuestrarlo, el gobierno federal se tomará mucho tiempo y energía para atraparme y castigarme. Sin derecho a fianza, seguro.
Tonces, pregunta mi mexicano espíritu, ¿Quién secuestró a Cevallos?
Ok, ahí esta la pregunta. Ahora bien, como no podemos saberlo y entonces caería yo en simples conjeturas, paso a la siguiente reflexión: tronó hace una semana la noticia de la desaparición de Diego y después los medios de comunicación se pusieron bien pero bien alertas para ver que nuevos datos saltaban, pero los chicos de los medios estaban frustrados después de horas en las que, de plano, no había un solo dato nuevo. Saciaron su (y la nuestra) sed informativa, entonces, yendo a preguntarle a cuanto actor político medianamente mediático se encontraban, y así, está la declaración de Carlitos Navarrete, del senador Gustavo “La momia” Madero, de Marcelo “El pirruris” Ebrard, evidentemente del secretario de la Segob y amigo muy cercano de Diego, Fernando “Calígula” Gomez Mont y, ya en ultima, estoy segurísimo que hasta el Cocoliso Duarte salió en la pantalla de algún despistado televisor, declarando cuan compungido estaba por la desaparición de Diego Fernández. Ajá, claro.
Esto no es culpa de los inquietos chicos de la prensa. Ellos solo hacen su trabajo y bueno, con algo había que llenar los periódicos y las notas en la tele y la radio, etc. Un trabajo de titanes, sin duda. Pero da la impresión de que, por decirlo en forma grosera, estamos fregados: si a Diego Fernández de Cevallos, que, indudablemente, tiene amigos poderosos, lo secuestran y las autoridades no tienen la más mínima pista de donde puede estar, entonces si me secuestran a mi o a cualquier tipo de a pie no existe la más remota forma de que me rescaten y castiguen a los delincuentes, a menos de que el azar entre al quite. Esto que digo contradice, por cierto, lo que dije en el primer párrafo de esta entrada. Tristemente.
En lo que a mí respecta, lamento este secuestro porque creo que Cevallos es un político que ha hecho más bien que mal y que posee un nivel ético y profesional, forjado en los largos años como opositor, desde el PAN. Por lo que he podido escuchar y leer, no es la opinión más generalizada.

1 comentario:

Asmajiv dijo...

es lamentable que se haya secuestrado a esta persona. como escribe Sergio Sarmiento en alguna de sus columnas recientes, Diego ha incomodado con su poca sensibilidad de litigar contra el Estado desde el Estado, pero en cambio, ha hechos algunos servicios a la patria: negociar para que se lograran muchas de las reformas de los años 90. lamentable el secuestro, y ojala lo liberen pronto