
Este poema, resueltamente mediocre,
quisiera ser conjuro.
No alcanza a tanto, por supuesto:
el pobre nació manco, cucho, tuerto.
Hay gente que es tierra fértil,
y sus poemas un santuario
donde germinan las palabras.
Hay gente que es como el viento.
Yo soy un terreno baldío.
Mis palabras son libélulas oscuras y pesadas.
Son todas idénticas.
Hoy siento que el mundo es un cementerio de elefantes.
3 comentarios:
Baldio o no es un buen poema, tienes buena pasta Alexandro
Yo no te veo como un terreno baldío, en verdad eres tierra fértil que puedes trabajar...
Me gustó =)
... se me han subido los colores al rostro con sus comentarios, jajaja. Muchas gracias a ambas.
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